A pan y vino andamos el camino

Mario González – Militante peronista – Organización social y política Los Pibes.
Es de Concordia, Entre Ríos. Con su mamá, se hace cargo de sus cuatro hermanas menores cuando tenía 8 años, después del abandono de su padre.
Cuando termina la primaria, en el año 73 con 12 años, ya militaba en el PJ.
…MI vieja es peronista de alma, de Evita, la negra que salía todos los días con los caramelos a repartir…
…Cuando muere perón yo estaba en 7mo grado y la directora de la escuela y dice, váyanse a sus casas que paso algo…
Llego a mi casa, mi vieja abrazada a la radio. Llorando.
Le pregunté, mamá que pasa? murió el General!!!
Con sentimientos de bronca a la injusticia y mucha conciencia sobre la realidad viene a Buenos Aires en el año 82, solo, a los 21 años de edad y se une al Partido Justicialista de la juventud, con Luder y Vitel en la conducción.
Pasó de los barrios más necesitados en Concordia a los barrios más necesitados de Bs As, si bien el trabaja en Vialidad de la Secretaria de la Nación y podría vivir en otro lugar más cómodo, el elije levantarse cada mañana y vivir su barrio, La Boca, con su gente donde está la lucha.
No hay otra forma que hacer carne el problema para buscar una solución verdadera. Es militante tiempo completo.
El cariño de la gente y para la gente lo mantiene en pie, ya tiene 66 años hijos y nietos y aun así un aspecto de 40, aunque se le aproximan algunas canas, tiene un porte y una altura por lo que si tuviera un seudónimo tranquilamente podría ser el oso o el grande, y su voz, más que su voz lo personalísimo de Mario es lo que dice y como lo dice, no se anda con vueltas, sus comentarios nunca serán banales, su observación nunca será relativa o poco comprometida. Cuando habla y quiere hacerse escuchar, lo hace en prosa, no le falta ninguna palabra en su diccionario aunque al estilo sea el más popular de todos, sabe lo que quiere decir, como decirlo y como convocar a sus vecinos. La gente lo sigue, cuando Mario dice que hay que ir a algún lado a hacer “el aguante” todos los siguen, saben que si el lo dice es por algo.
Sus mayores afecciones son la violencia, la diferencia social, el narcotráfico, el asistencialismo, el desempleo, la falta de respeto.
Parece ser que la militancia tiene infinitas alegrías e infinitas caídas pero Mario no se da por vencido, nunca duda que hasta que el hambre y la pobreza no se termine el va a seguir luchando!
Siempre trabajando, hoy se encuentra en el armado de un sindicato donde entren todos los que no están representados. Monotributistas, piqueteros, mucamas, etc. Personas que trabajan todo el día y no tienen un respaldo para darles a sus hijos, en una sociedad donde el respaldo es una de las causas de la diferencia social.
…-Mi sueño es que el poder popular sea manejado por el vecino y que el vecino aprenda a hacer política…
Con alegría de vivir, de compartir con todos aquellos que lo busquen Mario siempre esta solo y con todos al mismo tiempo. Con la compañía del mate y de vez en cuando algún tintillo con amigos, Mario pasa sus días cumpliendo con todo lo que le dicta su conciencia social, su corazón.
Su gratificación mayor es cuando llega a la cama, pone su cabeza en la almohada y sabe que hoy cumplió con un día más de lucha y dejo a una persona o a una familia con algo por lo que luchar.